Los productos anti-aging faciales se adaptan especialmente a las necesidades individuales de cada tipo de piel con el fin de apoyar los procesos de regeneración natural y proveerle de principios activos específicos. Además, los productos tratantes anti-aging tienen como objetivo fortalecer y proteger la piel completamente contra factores ambientales nocivos. Las cremas anti-aging aportan más jugosidad, suavizan, aportan frescura y un aspecto más joven.